¿Para qué sirve una radial?
Las herramientas han formado parte de mi vida desde que empecé a trabajar como mecánico. A lo largo de los años, he tenido la oportunidad de usar diferentes herramientas de corte, y entre todas, la radial, también conocida como amoladora, se ha convertido en una de las más esenciales y versátiles. ¿Para qué sirve una radial? Es una herramienta eléctrica de corte o para desbastar diferentes tipos de materiales.
¿Qué es una radial?
Una radial o amoladora es una herramienta eléctrica que utiliza un disco abrasivo para cortar, desbastar o pulir diferentes materiales. Su nombre se debe a la acción rotativa del disco, que puede girar a velocidades muy altas, permitiendo realizar cortes precisos y rápidos en materiales como metal, piedra, o cerámica.
Radial o amoladora
Aunque el término «radial» y «amoladora» se usan indistintamente, es interesante notar que en algunos lugares se prefiere uno sobre el otro, pero en esencia, estamos hablando de la misma herramienta. Otros nombres que podrías escuchar para referirse a esta herramienta son esmeriladora angular, rotaflex, o desbarbadora, dependiendo de la región o del uso específico que se le dé.
¿Para qué sirve una radial?
Corte de materiales
Uno de los usos más comunes de una radial es cortar materiales. En mi experiencia, he utilizado radiales para cortar desde barras de acero hasta azulejos de cerámica. La versatilidad de esta herramienta permite hacer cortes tanto rectos como curvos, lo que la hace indispensable en trabajos de construcción o reformas en el hogar.
Desbastar y lijar superficies
Otra función esencial de la radial es el desbaste y lijado de superficies. Esta herramienta es increíblemente eficaz para eliminar soldaduras, rebajar piezas de metal o simplemente dejar superficies más uniformes. Recuerdo que, en un proyecto de restauración de muebles, usé una radial para lijar capas de pintura vieja y óxido antes de repintar. El resultado fue impecable.
Decapado y eliminación de óxido
En muchas ocasiones, me ha tocado lidiar con piezas de metal cubiertas de óxido. Aquí, una radial equipada con un disco de cepillo metálico es mi aliada de confianza. Este accesorio es perfecto para decapar pinturas viejas y eliminar óxido sin dañar el material base.
Apertura de zanjas y surcos
Este es uno de esos usos que no se mencionan mucho, pero es extremadamente práctico. Cuando trabajas en reformas, especialmente al instalar tuberías o cables eléctricos, una radial puede abrir surcos precisos en paredes o suelos de hormigón, facilitando el trabajo.
Pulido y acabado
Aunque no es el uso más común, las radiales también pueden equiparse con discos de pulido, permitiendo dar un acabado brillante a superficies metálicas o de piedra. En un proyecto de renovación de cocina, utilicé este método para darle un toque final a una encimera de granito, logrando un acabado profesional.
Tamaños y tipos de radiales
Al igual que con cualquier herramienta, no todas las radiales son iguales. Existen diferentes tamaños y tipos de radiales, cada una con sus ventajas y desventajas.
Amoladora pequeña (115-125 mm):
Estas son las más comunes para trabajos domésticos y bricolaje. Son ligeras, fáciles de manejar, y suelen tener motores que oscilan entre los 600 y 900 vatios y un disco de corte con un diámetro de 115 mm a 125 mm. Hay radiales que funcionan con cable y otras que funcionan a batería siendo mas versátiles.
¿Para que sirve una radial pequeña?
Las radiales pequeñas se utilizan para cortar materiales como metal, devastar, lijar, pulir y para trabajos en espacios reducidos.
Amoladora grande (230 mm):
Cuando el trabajo requiere más potencia, una radial grande es la herramienta adecuada. Con motores que pueden llegar a los 2000 vatios, estas radiales están diseñadas para cortar materiales más gruesos y resistentes.
¿Para que sirve una radial grande?
Su uso es más común en construcción y, debido a su peso y tamaño, requiere más destreza y fuerza para manejarlas. Una radial grande se suele utilizar para cortar materiales como vigas de acero o bloques de hormigón.
La versatilidad, potencia y capacidad para realizar múltiples tareas la convierten en una herramienta imprescindible en cualquier taller o construcción. Ya sea que estés cortando metal, desbastando superficies o simplemente dándole el toque final a un proyecto, una radial bien utilizada puede ser la diferencia entre un trabajo mediocre y un acabado profesional. Si aún no tienes una radial en tu colección de herramientas, es una inversión que definitivamente vale la pena.